Realidades Ocultas del Sector Textil en Panamá
- Andrea Lopez
- 3 jun 2024
- 5 Min. de lectura
Entendiendo la Industria
"La industria es una actividad cuyo propósito es transformar las materias primas en productos elaborados, semielaborados o super elaborados, utilizando una fuente de energía. Para su desarrollo, la industria necesita materiales, maquinaria y recursos humanos organizados habitualmente en empresas por su especialización laboral."

La Realidad oculta
¿Por qué seguimos llamando "industria" al sector textil en Panamá si no contamos con una fuente de energía adecuada para transformar materias primas en productos? Eso es precisamente lo que vengo a contarte.
En nuestro país, existen las famosas zonas francas, definidas como "zonas delimitadas por las autoridades en las que no se liquidan derechos arancelarios a las mercancías depositadas en ellas o a determinadas actividades industriales." En otras palabras, no pagan los impuestos correspondientes. Una de las zonas francas más importantes de Panamá es la Zona Libre de Colón, donde operan numerosas empresas que manejan desde productos para el hogar hasta mercancía textil, incluyendo telas y ropa para niños.
Datos Fascinantes sobre el Sector Textil en la Zona Libre de Colón
En 2022, Panamá importó $1,18M en tela, convirtiéndose en el importador número 123 de tela en el mundo. En el mismo año, la tela fue el producto número 639 más importado en Panamá. Panamá importa tela principalmente de: China ($971k), Estados Unidos ($188k), Bélgica ($5,64k), Turquía ($4,53k), y Brasil ($4,28k).

Sorprendente, ¿verdad? Ahora bien, veamos cual es nuestra realidad.
Podrías suponer que estas empresas tienen sus propios talleres y personal, pero no es así en absoluto. Como lo demuestran las cifras, para exportar productos textiles desde países grandes como China, subcontratan o externalizan su producción. Aunque parezca sorprendente, esto afecta negativamente a la producción local, que ya está casi extinta.
Panamá importa el 90% de sus prendas de vestir. Según un estudio realizado por la Oficina Comercial de España en Panamá (ICEX), la gran mayoría de las importaciones son productos asiáticos, sobre todo de China y Hong Kong. El rol de Panamá recae en reexportar las mercancías a otros países de la región.
El informe también señala que el país recibe muchas prendas de vestir de origen chino destinadas a un segmento de la población con poco poder adquisitivo, debido a su bajo precio y poca calidad. En muchas ocasiones, la ropa es recibida en la Zona Libre de Colón sin control sanitario o certificación de procedencia, amenazando nuestro sector textil.
El Declive de la Producción Textil Nacional
En 1990, la fuerza laboral de la industria textil nacional rondaba las 30,000 personas, pero ahora sólo cuenta con aproximadamente 5,000 colaboradores. Además, la formación técnica se ha convertido en otro obstáculo, ya que la falta de mano de obra calificada impide la expansión de la industria textil y pone en juego su subsistencia.

Las Políticas de Salvaguardia Textil en EEUU:
El artículo 3.24, ‘Medidas de Salvaguardia Textil’, de la Sección ‘G’ del TPC con EEUU presenta alternativas que impiden que las exportaciones textiles del ‘país más favorecido’ amenacen a la industria nacional. Según el artículo, ‘si una mercancía textil de un país está siendo importada al otro en cantidades elevadas para el mercado doméstico y en condiciones que causan un perjuicio grave o amenaza a la rama de producción nacional, el país afectado podrá remediar dicho perjuicio a través de la ‘medida de salvaguardia textil’. Esta medida hará que se regule dicha exportación a cambio de ‘una compensación de liberalización comercial mutuamente acordada’.
El objetivo principal de este artículo es evitar que las importaciones textiles en grandes cantidades desde uno de los países miembros puedan dañar significativamente la industria textil del otro país. Busca equilibrar el comercio y proteger a los productores locales, asegurando que haya mecanismos para intervenir en caso de que las importaciones amenacen la viabilidad de la producción textil nacional.
Reflexión
¿Por qué estamos tan empeñados en mostrar al mundo lo que no somos?
A lo largo de los años, los centros comerciales de Panamá se han llenado de ropa asiática, y algunas empresas u organismos nacionales han optado por adquirir uniformes del exterior. Las compañías textiles nacionales no han podido mantener el ritmo de la creciente producción internacional.
En lugar de enfocarnos en construir una industria sólida y auténtica, muchas veces nos conformamos con aparentar éxito a través de desfiles y exhibiciones que no reflejan la verdadera situación de nuestro sector. Necesitamos un cambio de enfoque que priorice el fortalecimiento de nuestra infraestructura textil, la capacitación de nuestra mano de obra y la implementación de políticas que realmente protejan y fomenten la producción local.

El Futuro de la Industria Textil en Panamá
Pongamos en perspectiva esto: tenemos empresas o conglomerados que registran sus propias marcas de ropa o adquieren licencias de marcas internacionales. Cuentan con departamentos de diseño y compra, diseñan in-house y producen en Asia. ¿Cómo no va a afectar esto nuestra producción local y mano de obra? Si existieran políticas efectivas como las ‘Medidas de Salvaguardia Textil’, que buscan proteger la industria textil nacional en situaciones donde las importaciones masivas puedan causar daño o amenazar la producción local, la situación sería diferente.
El hecho de que grandes empresas tengan más facilidades para desarrollar marcas de ropa propias debido a su alcance nos deja con la duda de si realmente estamos enfocando nuestra realidad hacia el lugar correcto. Mientas que marcas locales deben ajustarse a un sector totalmente roto, en el que muchas veces es necesario llevar sus producciones a paises vecinos como Colombia, porque no logran encontrar mano de obra o simplemente no cuentan con los materiales necesarios.
Tal vez, si estas grandes empresas contaran con sus fábricas propias, podríamos experimentar un alza positiva en nuestro sector. Pero mientras tanto, seguimos luchando contra los precios de los aranceles, una industria sobre explotada y ropa de mala calidad. Señores y señoras, nos encontramos frente a una competencia totalmente desleal. y, la realidad es que no contamos con los elementos clave para llamarnos industria, ni mucho menos relevantes frente a otras potencias como Colombia, Argetina, Mexico o Brasil.
Hace falta mucho más que prendas o colecciones “bonitas” para considerarnos relevantes frente a otras potencias textiles en LATAM. Mientras nuestras miradas hagan la vista gorda frente a irregularidades y productos de muy baja calidad, seguiremos viviendo en conformismo total.
No logro entender la desproporción que existe en nuestro sector. La diferencia abismal de mil millones de dólares en comparación con nuestra realidad deja en evidencia quiénes son realmente importantes y quiénes recibirán el apoyo gubernamental y financiero. Contra eso, es imposible competir. ¿Cómo podemos demostrar nuestra relevancia cuando vivimos en una injusta desproporción?
El cambio no empieza por mostrar colecciones de ropa y desfilar en otros países, el cambio empieza en el momento en que decidamos regresarle a Panamá la infraestructura que algún día tuvimos como industria textil panameña.
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